A quien, en nombre de Dios, con su martillo sólido
sobre el yunque el caracol ( ¡Temblaba la marquesina! )
quebrar quiso, no perdió su estribo y muy lacónico
Eustaquio, le dedicó, con trompa, sutil pamplina :
Obispos...Política...Madre...Iglesia...
¿ En qué quedamos...es madre...o es suegra ?
¡ Vuelve Santa Inquisición ! -Invocaron los obispos-
Encopetado acudió - ¡Guerra al boto de pie izquierdo!-
de las ondas a caballo, el cruzado Federico...
Cristo y César, mientras tanto, releyendo el Evangelio
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