sábado, 27 de septiembre de 2008

EL CARNAVAL QUE YO ESCRIBÍ Y...

Piropo a Cádiz

Estrella de Oriente que al mago fenicio
Hace tres mil años en barcos de seda
Señaló el camino.
Con mango de plata, espejo de armiño
Donde allá en el cielo rizan sus cabellos
Ángeles divinos.
Brazo que su mano tiende al infinito
Al sol indicando que América espera
Rayos de oro fino.
Guitarra alegre en que tocan
Por mil cuerdas callejeras
Coplas de sal que desprenden
Tus balcones y macetas
Duendes que bordan el arte
En tus plazas y alamedas.
Y ese guante que te envuelve
Mar azul y verde, dorado cielo
Que, en el horizonte unidos,
Un hermoso idilio viven, eterno ;
Agua y fuego en competencia,
Por tu complacencia, se tienen celos.
Dios de luz que a algún gitano
su cante por alegrías le alumbró en Santa María,
Dios de sal que un día inspirado
le desgranó a un comparsista su pasodoble en la Viña.
¿ Qué quieres más, qué quieres más ?
Si dos rosas con forma de estrella
En tu orilla, madre e hija,
Florecieron : La Bahía y La Caleta.

Comparsa :"Casas Viejas". Carnaval 1989.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado recordar este pasadoble, deberias tb publicar d esa misma comparsa el pasodoble dl recorrido por los 42 pueblos hasta llegar a Casas Viejas pidiendo la Independencia.

Buena comparsa esa, muy buena.

El Santo dijo...

El Santo dijo:

Está publicado el 19 de Marzo. Buscar entradas Marzo.

Gracias por leerme.

Anónimo dijo...

no hay de q, es un gustazo.

Anónimo dijo...

Escribo nuevamente, fiel caballero:
Y lo hago, con intención de dejar que me lisonjees galantemente. Como sólo un prócer de la lengua, induce en mi persona, tal locura y desenfreno. Rendida estoy ante tu pluma. Lo que Napoleón no consiguió en mil intentos, sólo con tus vocablos me hallas rendida. Tal profusión de miramientos me desmaya, mas no me evado y soy toda tuya. Sabrás que mil pueblos me tentaron, se llevaron de mi ser lo más humano. Pero tu letra, despertó mi vanidad y ahora te pido que por siglos me describas. Y no me olvides, aunque bien sé, que por tu bello pueblo suspiras, engañándome con el reflejo de su luna en la Alameda. No seas bribón y ámame de nuevo en tus comparsas y vuelve a los brazos de tu amante de por vida.
Hasta siempre, tu ninfa preferida.

Julia Gaditana